NBA

Dura noche para Antetokounmpo y Lillard en Toronto: “Es duro aceptar el proceso”

Los piropos que se lanzan sin cesar Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard son tan bonitos como duras las noches que les quedan por pasar como pareja en lo que tardan en conocerse. Los Raptors, urgidos por la necesidad y rebosantes de su habitual energía en casa, desmontaron por completo a unos caóticos Milwaukee Bucks (130-111) con los defectos pasados bien vigentes y con los presentes haciéndose notar. Sentados ya en el ecuador del último cuarto con todo perdido, Anteto se vio limitado a 16 puntos y 4 rebotes con un 5/11 en tiros de campo y Dame a 15 con un 4/9 en lanzamientos. El triunvirato Siakam – Schröder – Barnes, con 26, 24 y 21 puntos puso la salsa en Toronto en un partido modélico del conjunto canadiense, muy por encima del mediocre encuentro ante los Blazers.





Segundo rapapolvo en cuatro partidos que sufren el griego y el estadounidense tras el de los Atlanta Hawks (110-127). Entonces, con el Greek Freak cumpliendo con 26 puntos, Damian Lillard fue el gran señalado con sólo 6 tantos que significaron su peor actuación en dos años. “Es duro aceptar el proceso”, reconoció Dame tras el encuentro con Anteto haciendo autocrítica. “Necesitamos días como este, tenemos que mejorar, no estamos ahí todavía”, admitió el griego.



Con ambos con cuota de responsabilidad esta vez en la derrota, el discreto papel de ambos fue lo único que compartieron Anteto y Lillard, muy distantes el uno del otro en pista, coincidiendo no tantos minutos pero sin apenas interacción, haciendo de un sano y esperado hábito como el pick and roll una excepción. Quizá una medida por ahora de protección.



“Los equipos están siendo muy agresivos defendiendo a Giannis y Anteto en el pick and roll y eso algo que normalmente no vas tan pronto en la temporada”, advertía en la previa Adrian Griffin, otro retorno a Toronto después de haber ejercido de entrenador asistente de Nick Nurse en los Raptors. En clave de banquillos, el Raptors-Bucks de anoche fue también el duelo de los técnicos rookies como head coach de esta campaña, Griffin y Darko Rajakovic. Griffin coleccionó gestos contrariados durante el partido, con la mayor parte de él con 15 puntos o más de ventaja.



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Lillard, ante Poeltl y el MVP del Mundial

Nathan Denette / LaPresse

“Son sólo cuatro partidos, es pronto. Pero son dos jugadores All-Star, lo van a averiguar”, explicaba el preparador de los Bucks tras el choque.



Los Raptors diseñaron un minucioso plan de partido que contemplaba todas las virtudes de Damian Lillard, encontrando en cada rincón un defensor para neutralizar una virtud concreta, asfixiado hasta en pista propia. Schröder, aplicando el nivel de MVP del Mundial también en defensa, acosó a ‘Dame’ en todo momento, negándole ese largo rango de tiro que tanto le gusta. Y cuando apeló al pick and roll, Jakob Poeltl -14 puntos y 11 rebotes-, le contuvo con solvencia con una agresiva defensa en drop. 

Con dos jugadores encima en ocasiones, el base no pudo convertir esa extrema vigilancia en suficientes asistencias, 6 por 2 pérdidas. Ese mayor conocimiento que todavía le falta del equipo, al que perjudicó más que benefició con su más-menos de -26, el peor de todos.

Mientras, a Antetokounmpo le tocó lidiar con OG Anunoby -16 tantos-, siempre con una ayuda esperando en el poste bajo ante el mayor tamaño del griego frente al del británico. Apenas pudo con uno de los mejores defensores de la NBA en el último cuarto, enviándole al banquillo con 5 faltas cuando todo estaba perdido para los Bucks. Como su química con Lillard, al doble MVP le tomará todavía algo de tiempo aplicar los armónicos movimientos en el poste bajo que le enseñó Hakeem Olajuwon y que tan bien le fueron a LeBron.

Pero el heleno, en gran parte por la inacción de sus compañeros, sigue con muchos problemas para descifrar las zonas, una muralla ante la que chocó una vez tras otra, sólo Malik Beasley con sus 20 puntos y su 6/9 en triples como única solución para dispersar el tráfico en la pintura. El esfuerzo en transición de los Raptors también limitó las oportunidades que tan bien aprovecha Anteto al contragolpe.

La ordenada ofensiva del conjunto canadiense también limitó las transiciones de Milwaukee. El equipo de Rajakovic por fin encontró el equilibrio perfecto entre el pase y la agresividad para atacar el aro que resultó en hasta 35 asistencias, en contraste con las 19 del campeón de 2021 y su falta de soluciones colectivas.

Dennis Schröder se lució golpeando y repartiendo con su doble-doble de 24 puntos con un excelente 9/13 en tiros y sus 11 asistencias. El alemán burló la envergadura de Anteto y Brook López con sus bombas y entregó siempre el balón en el momento justo para que un compañero atacara la pintura. El constante y fluido movimiento sin balón y la determinación para penetrar crearon múltiples triples liberados para los Raptors. Pascal Siakam y Scottie Barnes, lejos de ser consumados especialistas desde el perímetro, se apuntaron un 5/8 y un 4/6.

También se apuntó al festival de los triples Otto Porter Jr. con dos para celebrar su retorno un año después por una dislocación del dedo del pie. Los Raptors agradecerán tener a su disposición al campeón de 2022 con los Warriors para paliar la falta de banquillo de la que siguen adoleciendo.

Siakam también aportó luz cuando jugó de base, mientras el Rookie del Año de 2022, quien ha puesto mucho trabajo en el tiro este verano, jaleó aún más al personal rompiendo en penetración a Antetokounmpo. El tiempo que le tome a Anteto conocerse con Dame lo aprovecharán hasta el último minuto otros equipos. La relación promete, pero el inicio de la convivencia está siendo difícil.

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