El Barça inició lanzado la reconstrucción de su primer equipo de baloncesto. En solo tres días el club azulgrana anunció, de forma sucesiva, los fichajes de Joel Parra, Willy Hernangómez y Darío Brizuela. Sin embargo, desde el 13 de julio en que se concretó el fichaje del ex escolta del Unicaja las cosas han ido mucho más despacio. Y a día de hoy el equipo de Roger Grimau continúa con dos grades frentes abiertos: el fichaje de un ‘cuatro’ que ocupe la plaza de Nikola Mirotic y el de un escolta que, previa rescisión del estadounidense, sustituya a Cory Higgins.
El sueño húmedo del manager Juan Carlos Navarro para relevar a Mirotic era Juancho Hernangómez pero sus esperanzas se habían ido diluyendo en los últimos días ante las nulas señales que llegaban del ala-pívot internacional. Finalmente, la millonaria oferta del Panathinaikos (4,5 millones de euros netos por dos años) pudo más que el atractivo proyecto azulgrana con aires de selección y que la posibilidad de vestir la misma camiseta que su hermano Willy.
El paso del tiempo no solo hizo bajar las ilusiones en los despachos del Palau sino también la lista de alternativas en el mercado, con Luke Sikma, por ejemplo, aceptando la oferta del Olympiacos. A estas alturas los ‘cuatros’ libres en el mercado europeo son muy pocos y de una calidad un escalón o dos por debajo de la que pretende el Barça para cubrir una baja de la importancia de la de Mirotic. Navarro y Mario Fernández siguen mirando de reojo al mercado europeo pero están cada vez más pendientes de los descartes que se produzcan en la NBA. Por otro lado, la actual indefinición al ‘cuatro’ ha hecho que los rumores sobre una posible salida de Nikola Kalinic hayan frenado y la continuidad del serbio parezca garantizada.
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El otro gran tema que tiene el Barça encima de la mesa es el de la segunda gran rescisión del verano, la de Cory Higgins, al que le queda un año de contrato pero que no entra en los planes de Navarro y el nuevo entrenador Roger Grimau. El club sigue trabajando para que su caso tenga un final diferente al de Mirotic y se llegue a una solución pactada, aunque las dos partes siguen sin ponerse de acuerdo.
La idea del Barça es lograr una salida amistosa de Higgins y buscar como relevo a un jugador de parecidas características, capaz de generar y con puntos en las manos, pero más barato y, sobre todo, de mayores garantías físicas. Hay que tener en cuenta que Higgins, de 34 años, ha jugado muy poco en estas dos últimas temporadas a causa de diversas lesiones y dolencias, algunas crónicas.
Sí que ha ido avanzando el Barça en asuntos menores, como la cesión de Sergi Martínez por un año al Bàsquet Girona. La operación fue hecha oficial ayer, no antes de que el club azulgrana ampliara un año más, hasta 2025, el contrato del alero de Rubí para mantener sus derechos cuando acabe su etapa en Fontajau.
El Barça 2023-24 tiene ahora a doce jugadores, más Higgins, que debería salir. A estos doce se añadirán los dos relevos de Mirotic y el estadounidense y, una vez definido ese dibujo, se decidirá si Michael Caicedo o algún otro joven canterano queda definitivamente en dinámica de primer equipo.
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