Unai Marrero, en principio, es el elegido por la dirección deportiva de la Real para competir con Álex Remiro en el primer equipo y que el de Cascante no se duerma en los laureles. La decisión de dejar salir a Andoni Zubiaurre destino Elda también confirmó las intenciones de Olabe y compañía. El gasteiztarra, en su última comparecencia ante los medios al termino de la pasada campaña, no dudó en elogiar la figura de un Marrero que, por lo visto en el encuentro contra el Atlético de Madrid, comienza a darle la razón. Aquel día, el director de fútbol de la Real afirmó que el guardameta txuri urdin estaba teniendo «una evolución brutal» y que estaba tocando la puerta del primer equipo. Ayer los golpes se oyeron hasta en su Azpeitia natal.
Marrero ya dio muestras de su buen hacer en la segunda parte del ‘bolo’ frente al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. Estuvo muy atento en las dos únicas acciones en las que estuvo que intervenir para ganarle la partida a dos futbolistas de talla como lo son el rapidísimo Amine Adli y el gigantón Vitor Boniface. Este pasada madrugada fue todavía más determinante y evitó que la Real saliera derrotada en su envite ante el Atlético de Madrid. También salió tras el descanso, pero no fue hasta el tramo final del partido cuando dejó su sello. Primero le paró un penalti a Memphis Depay. El delantero colchonero quiso marcarle a lo ‘Panenka’, pero Marrero le adivinó la intención. Ni se movió y blocó el balón con naturalidad. Eso sí, con la pelota en las manos sí protagonizó un gesto de rabia. Sola confiaba en él. «lo vas a parar, lo vas a parar’, le espetaba mientras Depay colocaba el balón.
Pero el recital del cancerbero no se detuvo ahí. Estuvo muy atento para salir a los pies de Samu Lino tras un pase filtrado de Pablo Barrios. El potero llegó antes que el futbolista brasileño para desbaratar la acción de peligro. Pero todavía faltaba lo mejor por llegar. Era la última jugada del partido y el Atlético atacaba por banda derecha, con César Azpilicueta centrando casi desde línea de fondo. En el centro del área esperaba Lino que cabeceó a placer. El jugador, incluso la grada, ya se disponían a celebrar el que hubiera sido el gol de la victoria, pero en ese momento emergió la figura de Unai Marrero para, con la mano, despejar el balón a saque de esquina.
MVP del partido
Su actuación, como no podía ser de otra manera, le valió para ser nombrado mejor jugador del partido. «Me he sentido muy a gusto. Me ha salido una segunda parte buena. A decir verdad, estoy muy contento con la segunda parte que hemos hecho, con el partido que hemos hecho porque hemos competido y también con el partido que he hecho», acertó a decir un nerviosísimo Unai Marrero a los medios oficiales del club. La cara de felicidad le delataba.
Una actuación para el recuerdo de un portero que promete pelea.